martes, 18 de agosto de 2009

En el ejercicio de un voto razonado

Por Carla Ibarra

Cuando adolescentes, nos vamos acercando a la fecha del décimo octavo aniversario de vida, queremos festejar, queremos irnos a un bar y celebrar que ya podemos legalmente conducir sin permiso de un adulto, podemos entrar a muchas partes que antes nos eran prohibidas, podemos consumir bebidas alcohólicas y ante la ley nos convertimos en adultos. Sin embargo, en pocas ocasiones recapacitamos sobre este paso en nuestras vidas que damos, sobre la responsabilidad que adquirimos al cumplir dicha edad. Principalmente ahora somos responsables de ejercer nuestra libertad y derecho político y democrático.Generalmente las personas ahorramos para el futuro, para comprar aquel televisor o automóvil que tanto nos gusta, para unas vacaciones en la playa o un paseo turístico por Europa o Asia. Cuando queremos invertir esa X cantidad de dinero en el Gadget tecnológico nuevo, o en el viaje o en cualquier cosa que deseamos, generalmente analizamos las opciones, revisamos proveedores y nuestro presupuesto, servicios postventa que nos ofrecen las diferentes localizaciones de compra. Comparamos inclusive precios entre dos países aquellos que estamos cerca de la frontera con Estados Unidos de América. Invertimos una cantidad de tiempo bastante considerable en una adquisición que implica una inversión fuerte del dinero que trabajamos u obtenemos de nuestros padres en el caso de los más jóvenes. Llegamos a ver esta inversión inclusive como una que va a repercutir fuertemente en nuestras vidas cuando realmente hay cosas que dirigen nuestro diario vivir y a lo que poco le dedicamos reflexión.El ejercicio de la libertad democrática es tan importante y trascendente en nuestras vidas que puede llegar a ser impresionante el poco tiempo que le dedicamos a reflexionar y comparar nuestras opciones. Como ciudadanos de un país, de un estado y de una ciudad, tenemos el derecho y la obligación de elegir representantes que dirijan nuestra comunidad hacia una estabilidad económica, social, cultural, educativa, y ¡más! Tenemos el derecho de exigir a nuestros partidos candidatos preparados y comprometidos con el desarrollo sostenible del pueblo. Tenemos el derecho de exigir calidad en las diferencias instancias gubernamentales y tenemos el derecho de exigir un mayor compromiso para con nosotros mismos. ¿Porqué son pocos los que exigen, los que ejercer esta libertad con responsabilidad y consciencia?Si invertimos tiempo en el proceso de toma de decisiones para adquirir un gadget, para comprar un paquete vacacional o un coche nuevo, ¿porqué no invertimos tiempo para tomar una decisión que se ve reflejada en absolutamente todos los días de nuestras vidas? ¿Porqué dejamos pasar el tiempo y llegado el día de asistir a las urnas a votar, elegimos al que nos parece más bonito, al que vimos más en la televisión o al que le creí su folleto que entregaban en las calles?Es nuestra obligación como ciudadanos estudiar, conocer y elegir al candidato que no como individual me de lo mejor, sino que a alguien que como persona individual pero parte de una sociedad, nos brinde liderazgo, dirección y justicia.¡Ejerzamos nuestra libertad democrática y nuestro compromiso con responsabilidad!Estudiemos nuestras opciones y votemos razonadamente. Estas próximas elecciones, seamos ciudadanos conscientes de nuestra responsabilidad y optemos ¡por una libre e informada elección!